Cosas que nunca te dije (3ª parte)
martes, 10 de junio de 2008
"¿Si?
¿Si?
Ho-Hola Bob
¿C-C-Como estás?
…
Es extraño oírte decir eso.
Hombre…todos podemos equivocarnos
(Carraspeo)
¿Qué?
¿Que vuelves?
¿Quieres decir que vuelves a casa?
Oh Dios mío…
¡Si! ¡si! ¡Claro que si!
Yo también te quiero…
Si…claro
Si…
Si, estoy aquí
Si, te lo prometo
Te quiero.
Adiós.
¿Qué voy a hacer ahora?
¿Qué voy a hacer ahora?
Esta también es otra historia.
En el hospital me dieron la bala colgada de una cadena. Y yo se la regalé a Steve, que se enamoró locamente de una de las policías que le detuvieron y, para variar, yo tenía razón. Se olvidó por completo de su mujer.
Mi madre despertó después de tres años de permanecer en coma cuando mi padre le contó lo que había pasado; al parecer eso le impresionó más que lo de los cascos azules.
Una enfermera muy rara me dijo que Ann había preguntado por mí. No hubo manera de encontrarla…Se había esfumado.
Otro hombre andaba buscándola. Se ve que aquel tipo había venido desde Praga únicamente para verla. Me dio pena porque, la mujer de la que hablaba no se parecía en nada a la Ann que yo había conocido. Y, sé que es muy difícil dejar de querer a alguien a quien apenas has conocido.
Ahora viajo por toda el país vendiendo edificios para oficinas así no tengo que preocuparme por si la gente será feliz o no en ellos. Ya sé que no lo serán.
A veces me parece reconocer a Ann en alguna calle. Aunque, si volviera a encontrarla, deberíamos empezar de nuevo, claro. Me hubiera gustado…hay muchas cosas que me hubiera gustado decirle. Las cosas que no se dicen suelen ser las más importantes pero, ¿acaso no es siempre así? Me gustaría encontrarla para decírselo.
Todo puede pasar ¿no?..."
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