El Loco
viernes, 7 de noviembre de 2008
Me preguntáis como me volví loco. Así sucedió:
Un día, mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de un profundo sueño y descubrí que
me habían robado todas mis máscaras -si; las siete máscaras que yo mismo me había
confeccionado, y que llevé en siete vidas distintas-; corrí sin máscara por las calles atestadas de
gente, gritando:
-¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!
Hombres y mujeres se reían de mí, y al verme, varias personas, llenas de espanto, corrieron a
refugiarse en sus casas. Y cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie en la azotea de su casa, señalándome gritó:
-Miren! ¡Es un loco!
Alcé la cabeza para ver quién gritaba, y por vez primera el sol besó mi desnudo rostro, y mi alma
se inflamó de amor al sol, y ya no quise tener máscaras. Y como si fuera presa de un trance, grité:
-¡Benditos! ¡Benditos sean los ladrones que me robaron mis máscaras!
Así fue que me convertí en un loco.
Y en mi locura he hallado libertad y seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser
comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan una parte de nuestro ser.
Pero no dejéis que me enorgullezca demasiado de mi seguridad; ni siquiera el ladrón encarcelado está a salvo de otro ladrón.
(K. Gibran)
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3 Gotas de Lluvia sobre mi Paraguas Rojo:
he leido a este escritor y este relato es uno de mis preferidos...en un mundo de cuerdos que vivan los locos!!!
Es mejor la vida con un toque de locura, estoy de acuerdo contigo Velardez. El mundo sólo cambia cuando un loco es capaz de imaginárselo.
Muchas gracias por pasearte por todos mis blogs y dejar tu huella.
Un beso.
gracias ati por tener cosas que decir, tu blog es un soplo de aire fresco...me alegra heberlo encontrado, y seguire visitando este rincon tan especial...
bsos...
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