Hay gente que con sólo decir una palabra
Enciende la ilusión y los rosales;
Que con sólo sonreír entre los ojos
Nos invita a viajar por otras zonas,
Nos hace recorrer toda la magia.
Hay gente que con sólo dar la mano
Rompe la soledad, pone la mesa,
Sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
Que con sólo empuñar una guitarra
Hace una sinfonía de entrecasa.
Hay gente que con sólo abrir la boca
Llega a todos los límites del alma,
Alimenta una flor, inventa sueños,
Hace cantar el vino en las tinajas
Y se queda después, como si nada.
Y uno se va de novio con la vida
Desterrando una muerte solitaria
Pues sabe que a la vuelta de la esquina
Hay gente que es así, tan necesaria.
(Hamlet Lima Quintana)
4 Gotas de Lluvia sobre mi Paraguas Rojo:
La hay y cuando encuentras alguien así muchas veces decides acampar cerca de ella para escuchar sus cantos, sus ruidos y hasta ronquidos. Pero algún día decide irse de forma voluntaria o involuntaria y vuelves a quedar como estabas... o no, pues ya hizo una pequeña cuna en tu corazón con la forma de su ser que siempre te dará referencias y buenas sensaciones para seguir esperando a otra como ella mientras intentas llegar a su ser.
Un beso, Blas
Todo lo que escribes es muy bonito. Desgraciadamente en mi barrio acabamos de perder una persona de esas de las que hablas. El mundo se queda más vacío sin ellas. Gracias por llenarnos de poesía. Un beso
Está claro que esa gente necesaria nunca nos deja indiferentes. Su paso por nuestra vida siempre supone un cambio. Y es un deleite pasar un momento al lado de ellas, aunque sea sólo un instante, porque te dejan marcas en la memoria o en el corazón que no se borran.
Un beso Blas.
También la gente necesaria es efímera, y la vida tiene que continuar sin ella, pero a diferencia del resto siempre nos deja una sonrisa en el recuerdo, que, con el tiempo, acaba llenando ese vacío.
Un beso JUANJO y gracias a ti por acercarte a leer este espacio.
Publicar un comentario