Desalmada

lunes, 2 de junio de 2008

Estoy exhausta. Llevo toda mi vida doblando esquinas, corriendo en busca de mí misma. Voy allí donde me dicen que me han visto, pero cuando llego a ver a esa que dicen que soy yo, no me reconozco. La encuentro muy parecida a mí, y va acompañada por personajes de mi pasado, pero no soy yo. No se refleja en mis espejos. Hace años perdí el alma. Alguien la atrapó en otro cuerpo y me la robó. Desde entonces corro detrás de ella sin alcanzarla. Ahora uso una de alquiler, que no es lo mismo que tener la mía, pero que me ayuda a soportar el peso muerto del cuerpo.
Me ocurre lo mismo que con mi sombra. Después de buscarla durante años la encontré. Estaba dentro en un contenedor de sombras, muy deteriorada. Intenté repararla. La lavé en agua de sonrisas con aroma a azahar. Usé dedal de cristal para mirar a través de mi vida hacia mi pasado; hilo de sueños para recordar cuáles eran mis ilusiones cuando era niña; y aguja de buenas intenciones, para reconstruir el puzzle del futuro que un día imaginé. Pero todo fue inútil, porque mi sombra nunca ha vuelto a ser la de antes… Ahora sobrevivo con mi sombra rota y recosida con retales de calor humano que otras almas me han ido ofreciendo. Pero cuando estás desalmada un invierno es más frío.
Antes cuando tenía alma y por tanto: alegría, sentimientos, miedos, sensaciones, lágrimas… no sabía que se podía perder y la tenía bastante descuidada. No conocía el valor de los “tequieros” y los fui regalando por ahí porque me sobraban. No creí que fuesen tan importantes para conservarla. Ahora esta gran indiferencia ante casi todo y este gran vacío interior, tan sólo me conducen a seguir viviendo por inercia, que no está mal, pero no me permite detenerme para hacer balance. En este estado los balances están contraindicados. Detenerse y volver la vista atrás, es correr el riesgo de convertirse en estatua de sal. Mejor no.
Ahora vivo en un estado de carnaval permanente, donde ninguna máscara es suficiente para ocultar mi ausencia de alma y mi sombra deshilachada… Mis disfraces cubren las ausencias, la tristeza crónica y los desarraigos. Tal vez el error haya sido buscar siempre lejos de mi hogar, porque creo que mi alma siempre ha estado dentro de mi armario…
La Dama

(Dedicado a “Ella”, la Chica atrapada en su propia historia…Ya sabes que puedes contar conmigo)

0 Gotas de Lluvia sobre mi Paraguas Rojo:

 

Copyright © 2009 Grunge Girl Blogger Template Designed by Ipietoon Blogger Template
Girl Vector Copyrighted to Dapino Colada