
-Tengo la sensación de que el tiempo se me resbala entre los dedos. Apenas me doy cuenta de que los días pasan sin que me dejen recuerdos que llevarme a la boca. Es todo una suerte de noche febril con alucinaciones pasajeras ¿Me entiendes?¿Comprendes lo que quiero decir?
-Has subido a un carrusel y vas a otra velocidad a la del resto del mundo, pero poco a poco irá disminuyendo esa velocidad hasta convertirse en tu velocidad crucero y entonces, tu cabeza volverá a generar recuerdos. Tienes más recuerdos de los que pretendes conservar y eso puede ser peligroso. Estás ávida de experiencias y te está ocurriendo todo a la vez.
-Tienes razón. De repente alguien en algún lugar del universo en una esfera situada en otra dimensión que no acertamos a comprender, se ha dado cuenta de que mi vida se había quedado ciertamente estancada y entonces ha tratado de compensar el desastre de los últimos años y casi sin respiración me encuentro en el escenario de un viejo teatro, con un cañón de luz apuntándome justo en la frente. Siento cómo el público espera que suelte un monólogo que acabo de olvidar.
-Siempre con la autoestima haciendo goteras ¿eh? Date un respiro, mujer, que el mundo va a seguir dando vueltas de la misma manera que hasta ahora, independientemente de que te sientas como un entrenador de fútbol de tercera división que se está jugando el pase a la final de la Copa del Rey.
-Es fácil de decir, pero ya me conoces: autocrítica y perfeccionista hasta la extenuación.
-¿Quién te persigue para que corras detrás de tu sombra desde que te conozco? Eres como un galgo en una carrera de mastines, siempre tienes que ir por delante de los acontecimientos…
-Los acontecimientos me persiguen.
-No, tú buscas aquello que no te ocurre.
-Cualquier día voy a morir de una cardiopatía fulminante.
-No, cualquier día vas a morir sin corazón, porque te lo habrás dejado en el intento de cambiar el mundo.
-Hace tiempo que no noto el corazón…
-Pues yo, hace tiempo que lo noto latir más que nunca.
-No consigo desvincularte de mis neuras. No quiero arrastrarte hacia mi abismo.
-No te esfuerces, porque ya estoy dentro...
(La Dama)